La privilegiada situación geográfica de Lorca ha sido una gran ventaja para los múltiples asentamientos a lo largo de la historia. Por todo ello el valle del Alto del Guadalentín y su capital ha sido enriquecida de presencia, cultura y religión, dotando a la ciudad de un impresionante legado histórico-artístico.

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Durante la época romana nuestra ciudad del sol fue nombrada Eliocroca en la cual aún hoy día se conservan restos de columnas milenarias o puntos de referencia en las calzadas. Con la inavsión árabe Lorca pasó a ser llamada Lurqa y se establece como capital de Tudmir, llegando a ser una de las ciudades más importantes de al- Ándalus. Más tarde fue conquistada por Alfonso X el Sabio y pasó a ser cristiana.

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La Edad Moderna marcó la transición entre la Lorca fronteriza, la estructura urbana renacentista y la esplendorosa Lorca barroca. La Edad Contemporánea en la ciudad de Lorca se caracteriza por las catástrofes y epidemias del siglo XIX y las luces del desarrollo tecnológico y el auge demográfico y cultural del siglo XX.